En aplicaciones en las que la vibración o la rotación pueden aflojar una tuerca, se pueden emplear varios mecanismos de bloqueo: arandelas de seguridad, contratuercas, tuercas dobles excéntricas,[1]líquido adhesivo especial para bloqueo de roscas como Loctite, pasadores de seguridad (pasadores partidos) o cable de seguridad junto con tuercas almenadas, insertos de nailon (tuerca nyloc) o roscas ligeramente ovaladas.
Las tuercas cuadradas, así como las cabezas de los pernos, fueron las primeras formas que se fabricaron y solían ser las más comunes, en gran parte porque eran mucho más fáciles de fabricar, especialmente a mano.Aunque hoy en día es raro [¿cuándo?] debido a las razones que se indican a continuación por la preferencia de las tuercas hexagonales, se usan ocasionalmente en algunas situaciones cuando se necesita una cantidad máxima de torsión y agarre para un tamaño determinado: la mayor longitud de cada lado permite un llave para aplicar con un área de superficie más grande y más palanca en la tuerca.
La forma más común hoy en día es hexagonal, por razones similares a las de la cabeza del perno: seis lados brindan una buena granularidad de ángulos para que una herramienta se acerque (bueno en espacios reducidos), pero más esquinas (y más pequeñas) serían vulnerables a ser redondeadas. apagado.Solo se necesita una sexta parte de una rotación para obtener el siguiente lado del hexágono y el agarre es óptimo.Sin embargo, los polígonos con más de seis lados no brindan el agarre requerido y los polígonos con menos de seis lados requieren más tiempo para que se les dé una rotación completa.Existen otras formas especializadas para ciertas necesidades, como tuercas de mariposa para ajuste manual y tuercas cautivas (por ejemplo, tuercas enjauladas) para áreas inaccesibles.
